El hombre que cambió el café

Amanece el jueves mientras encuentro la noticia de la muerte de Pachi Sarracín. Pocos han oído hablar de él más allá de Panamá y del universo de los apasionados del café, pero era una leyenda. Siempre lo será.

Encontré a Pachi Sarracín en una de sus plantaciones de Boquete cuando ya era parte de la historia del café. Más que nada un personaje decisivo en el nuevo marco de la industria cafetera. Fue responsable de la llegada de la variedad geisha a Panamá, a finales de los setenta, y años después de la consagración del geisha panameño como la estrella indiscutible del cafetal latinoamericano.

De su mano y la de un pequeño grupo de pioneros, el geisha pasó de ser una variedad medio olvidada en el centro de investigación en Turrialba, Costa Rica, a convertirse en la más cotizada del mercado. Nunca he probado nada más sutil, elegante, delicado y estimulante. Bastaron dos sorbos de su Don Pachi Estate para cautivarme y dejarme enganchado.

Nada fue igual a partir de ese momento en el universo cafetero. Todos los aficionados al café estamos en deuda. Gracias Pachi.

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