El soba es uno de los platos que definen lo esencial de la cocina popular japonesa. Son unos fideos anchos y planos que se cortan a cuchillo y se saltean o se sirven en un caldo sin muchas complicaciones. El del Garden llega con tortilla cortada en tiras, kamaboko –pasta de pescado-, cebollita china, un poco de pollo desmigado, un trozo de jamón curado y un caldo en el que se nota el gusto del kion y sobre todo el del jamón. Es un buen plato, sencillo y sabroso. También es el representante más elocuente de uno de los restaurantes más extraños que he conocido en Lima.
El tema funciona así: te llegas hasta el casino Garden, en el Residencial San Felipe, en Jesús María, atraviesas la sala de la tragamonedas hasta llegar a un pasillo que gira a la derecha y desemboca en un descomunal salón, lleno de mesas, pantallas y marcadores. Es el Bingo Garden. Justo cuando estás a punto de entrar al salón, encuentras una abertura de unos 20 metros cuadrados a la derecha del pasillo. Dentro, un mostrador de acero inoxidable, cámaras frigoríficas, cinco o seis mesas suficientes para 16 personas, un televisor, la cocina, abierta al otro lado del muro y muchos tubos de neon. No es el espacio ideal para compartir una comida, pero el restaurante abre doce horas seguidas cada día y siempre hay gente.
Entiendo el motivo cuando pruebo la soba. Es de las buenas. Tampoco está nada mal su ramen. Lo he pedido con brotes de soya –también puede ser de miso- y se completa con unos trozos de panceta de chancho suave y tierna, un cuarto de huevo sancochado, espinaca y un fideo fino de trigo. Un caldo agradable redondea el plato. No me llama tanto la atención como el soba, pero no desentona.
Podría tener la sensación de que estoy en un restaurante dedicado a la ortodoxia de la cocina japonesa pero la lectura de la carta me acaba llevando al lomo apanado, el arroz chaufa o el sandwich club. Es larga y parece brillar especialmente con las sopas. Pruebo la criolla, coronada por un huevo frito, y no desmerece.
También me han recomendado el lomo fino saltado y aunque no llega al nivel de la sopas debo reconocer que funciona. La carne llega al punto pedido y el guiso respeta el orden natural de la fórmula, pero se corona con unas papas fritas congeladas (ni siquiera creo que sean papa; más bien masa de papa dada forma) que desbaratan el resultado. La carta gana interés en su apartado de platos orientales, Junto a la soba y el ramen hay un yakisoba –fideos soba salteados con carne y verduras- gustosos aunque no llegan al nivel del soba, tal vez porque el volumen de la ración acabe ocultando el propio plato. Algo parecido sucede con el yasaitame de lomo –tofu, kamaboko, verduras- que se desdibuja. El gohan –arroz blanco glutinoso- que le acompaña es simple y estimulante; para tenerlo en cuenta.
AL DETALLE
Puntuación: 1,5 estrellas sobre 5.
Tipo de restaurante: oriental.
Casino Garden. Conjunto Residencial San Felipe, Centro Comercial. Jesús María. Lima.
Tel. 2610635.
Tarjetas: Visa, Master.
Valet parking: no.
Precio medio por persona (sin bebidas): 35 soles.
Bodega: no hay.
Observaciones: cada día de 12 a 23.