Llegué a Lima dispuesto a probarlo todo y casi todo fue llegando; una experiencia detrás de otra. Huecos, carretillas y restaurantes, ceviches y pejesapos al sillao, sánguches de chicharrón y anticuchos, sushis, rolls y tiraditos, arroces chaufa, wantán y aiinomoto, mucho ajinomoto, caldos de gallina, papas con huancaína y sudados, chupes, causas y tacu tacus, chirimpicos y chinguiritos, sangrecita y choclo frito… … El pavo indultado
